miércoles, 14 de noviembre de 2012

SUSURRANDO AL PINO

  



   En estos últimos post que he puesto he seguido una tónica, un taller con grandes cambios en el árbol trabajado y un taller mas relajado. Esto tiene para mi una razón de ser, estamos ante un arte oriental y como tal cargado de su pragmatismo.Muchas veces los occidentales nos olvidamos de ello.

   Permitirme una vuelta a la teoría...me explico, cuando como principiantes leemos teoría sobre bonsáis, te hablan de zen, el tao... y mil conceptos mas que muchas veces no comprendemos o no nos importan, solo pesamos puff.... cuando empieza lo bueno.



   Aunque se reconoce que los españoles tenemos un buen nivel en esto del bonsái, nos indican que tenemos un problema muy típico de esta sociedad de consumo, LA PRISA.  A la mayoría de los aficionados españoles les gusta tener buenas piezas sean, compradas, yamadori... y de una forma u otra las consiguen, de momento todo bien. El problema viene dado , aunque no lo reconozcamos, porque nos gusta lucir nuestros bonsáis. Y pensamos, bueno pues con un par de años y un  par de horas al mes lo presento a tal o cual concurso... Fallamos en los detalles, en el acabado final, al que no le damos tanta importancia como los Japoneses.

  Hoy este post se lo dedico a un Pino pero mas a su dueño Gabriel. Muchos ya lo conocemos, pero para aquellos mas despistados, diré que miréis el nombre de la sudadera que lleva. No son de propaganda las llevan todos los miembros de cierto equipo... no caéis... pues si ponemos equipo en ingles nos sale "TEAM" y si lo españolizamos tenemos a "EL TIM".... ahhhh!!!! ahora si verdad?

   Gabriel participa en todos los talleres que hace Marco en Salamanca y siempre trae piezas de muy buena calidad así como muy interesantes.

 
   Si miráis las fotos vemos un hermoso pino de doble tronco y el trabajo para el que lo ha traído Gabriel es pinzarlo y alambrarlo. Ese mismo día se estaban realizando trabajos mas "espectaculares", mirar los post anteriores. Esa es la gran importancia de este trabajo. Me explico, Gabriel es un veterano en esto del bonsái, pertenece a un grupo que nos maravillan con sus trabajos y Marcos le ayuda y le parece importante..... algo se le escapa a mi mente de principiante.
 
 
 
Y claro le preguntas a Marco y a Gabriel....
 
  -oye y siendo un pino de dos troncos no se le podría sacar mas madera muerta y dejar un solo tronco...
 
 
 Y claro llega la respuesta de alguien que tiene esa visión mas...transcendental que tu...
 
 
 - Mira que os gusta a los españoles complicaros y pensar en lo que queréis hacer con el árbol.
 
- Pregúntale al árbol, escucha al árbol que es lo que quiere....
 
- Este pino tiene dos troncos y una copa magnífica, ¿ para que complicarte?, el árbol ya te indica el camino a seguir.
 
 

 
 
  Así pues Gabriel cual maestro de artes marciales o bonsái, se sentó delante de su árbol y se quedo mirándolo el tiempo que hizo falta. Esto no es perder el tiempo, es permitirnos escuchar a el árbol que tenemos delante. De esta forma comprenderemos mejor sus cualidades, necesidades y por supuesto sabremos sacar todo su potencial.
 
 
 
   La prisa, tenemos demasiada prisa por retorcer, alambrar.... es necesario asistir a talleres y estar con mas aficionados para poder aprender esto. El ritmo nunca lo marcamos nosotros y si lo hacemos malo, siempre lo a de marcar el árbol. Para poder conocer ese ritmo debemos escuchar...
 
 

 
   Estas ramas requieren tranquilidad, tiempo... tiempo que muchas veces no dedicamos pues nos parece un rollo alambrar y preferimos realizar algo mas complejo.
 
 
   Pero sinceramente una de las cosas mas espectaculares que tiene un bonsái, junto con un buen Nebari, es una copa bien desarrollada. Para eso necesitamos tiempo y paciencia para esperar su desarrollo y posteriormente para alambrar.
 



 



 
 
   En esto trabajos aparentemente sencillos, es donde muchas veces descubrimos el buen hacer y la profesionalidad de aficionados, perdón profesionales, como Gabriel.
 
 
 
   Este fantástico pino de doble tronco nos lucirá precioso, una vez toda su copa este alambrada, la pregunta es... ¿ cuantos de nosotros tendría paciencia para realizar tamaña empresa?
 

   Incluso entre dos persona es un trabajo complicado y laborioso. Pero esto es también hacer bonsái, una parte que muchas veces nos parece aburrida.

 


 
 
   Gracias de nuevo a nuestros amigos por enseñarme a escuchar a los árboles.
 
 

 
 
 

4 comentarios:

  1. Gracias a ti por aprender tan rapido donde esta el camino hacia el bonsai!!!, sin duda si entiendes esto, tienes mucho camino ganado.

    Gabriel.

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    1. Teniendo la suerte de estar tan rodeado de buenos profesionales, tonto sería si no me aplicara por aprender...así pues gracias a vosotros

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  2. Magnífico post. Quizá por mis limitados conocimientos, suelo elegir árboles atípicos, enrevesados, intentando no desviar el destino que la naturaleza le había dado. Repito que posiblemente sea por mi falta de conocimientos y desconfianza en mi capacidad para modificar sustancialmente un árbol, por lo que me limito a podarlos ligeramente (salvo excepción) y a mantenerlos vivos, esperando a ver por donde tiran. Coincido plenamente en tu descripción de nuestra cultura que nos impide, al menos a mí, esperar pacientemente. Queremos los resultados ya
    Un abrazo

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  3. Como principiante que soy, mi primer año con los bonsáis lo dedique a realizar transplantes y sobre todo, a que sobrevivieran mis árbolitos.Este año en verano, me senten con ellos a tomar una cerveza (con los árboles) e intente verlos y comprenderlos.En la mayoría de los casos tenemos que respetar lo que la naturaleza tenía preparado para ese árbol.Con un árbol que por naturaleza tiende a un estilo Moyogi nunca lograremos un Chokkan...
    Yo te recomiendo que pierdas el miedo a meter la pata, realiza pruebas, equivocate, estropea algún arbolito... mejor ahora que mas adelante. Para poder ver y sobre todo escuchar a los árboles tenemos que perder el miedo de principiantes e interactuar con ellos.

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